ARTES EN ESCENA

La música tomó la escena y fue entonces, cuando surgió la irrefrenable fascinación entre ésta y el compositor. La música y la voz unidas al drama, a la decoración, a la iluminación, a la pintura, a la escultura, a la arquitectura, a la escenografía han creado tal número de posibilidades escénicas que durante siglos ha conmovido, alentado y aleccionado a cuantos se han acercado a ella sin permitir que la indiferencia hiciera mella en sus espíritus.
Desde el mismo momento de su nacimiento, se convirtió no sólo en el arte de determinado ámbito social, sino también, en el arte para la política, en el arte para el pueblo, que lo utilizó como vehículo de su expresión (cómo ignorar la estrecha relación de las óperas de Verdi y “Il Risorgimento” en Italia).
El paso de los años no ha hecho mermado a las artes musicales escénicas, y lejos perder vigencia o actualidad, ejercen una fuerte atracción en directores de cine, teatro, escenógrafos,... Es tal su éxito, que es frecuente que trascienda la gran sala teatral y utilice espacios abiertos que permiten dar cabida a más público. En Europa encontramos, durante la época estival, tres grandes referentes. En Italia podemos disfrutar de dos importantes festivales de ópera, que se celebran en espacios abiertos, uno, en la ciudad de Verona, en la denominada Arena, que no era otra cosa que un teatro romano, y otro, en la ciudad de Pesaro, festival dedicado íntegramente a la obra operística de Rossini. En Gran Bretaña tenemos el famoso festival de Glainbourne, que también se celebra al aire libre.