Es frecuente encontrar en nuestro paseo por la vida objetos que nos asaltan por su belleza. Éste es para mí uno de ellos. Mientras tomaba un té asomada a la ventana del apartamento que teníamos en Roma, descubrí esta farola que me invitaba a perpetuar su imagen con mi cámara.
martes, 31 de marzo de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario